jueves, 15 de abril de 2010

LOS JUEGOS




En mi barrio cundo era chica, había muchos niños y niñas, de todas las edades, en total éramos 45 niños y niñas que vivíamos, en dos manzana a la redonda.
El lugar de juegos era la calle o la vereda de mi casa. Que tenía un por que. Las calles solamente estaban iluminadas en las esquinas, por una farola que la verdad es que no iluminaba nada, entones como mi casa tenía una vereda grande, esquina, y la luz de las vidrieras del negocio de mis viejos estaban prendidas hasta tarde, en las noches calurosas de verano, nos podíamos quedar jugando a muy entrada la noche. En esa época Angélica que era mi vecina de enfrente y su marido El negro, se sentían todas las noches en la entrada de su casa, a charlar con otros vecinos, a tomar fresco y de paso nos controlaban que no nos mandáramos alguna macana.
Jugábamos a cualquier juego, no nos faltaba imaginación, nunca nos aburríamos.
El preferido era la mancha, corríamos hatasta la otra esquina siguiendo a uno de mis amigos para mancharlo. También algunas veces nos pegábamos unos buenos porrazos en la vereda áspera y salíamos con las rodillas ensagretadas por querer safar de la mano de la mancha. Cuando eras muchos lo mas divertido era jugar a las escondidas…. 100 el que no se escondió que no se esconda……, yo siempre me escondía con mi amigo el “panza”, por que del miedo y de los nervios que me daba esconderme me hacía pis, entonces con el me sentía protegida y podía salir victoriosa del juego.
El negocio de los viejos tenían una vidriera con un mármol y teníamos la costumbre de venir corriendo poner las manos en el y girar el cuerpo y sentarnos. Un día éramos tres cuando fuimos a girar pasamos para adentro del negocio, por suerte no nos cortamos con los vidrios. Mi viejo no nos dijo nada por que nos vio la cara de miedo que nos retara que solo se largó a reír. Pero nunca más jugamos a girar arriba del mármol.
Cada vez que recuerdo estos momentos tan felices, pienso en mis hijas que no pudieron vivir esa niñez creativa, casi sin juguetes, dónde no importaba nada si eras pobre, rico, nunca reparábamos en la ropita o las zapatillas que tenían nuestros amigos, en esa amistad de fiero. Todo a cambiado, los niños ya no juegan en las veredas, menos en las calles, no tienen barras de amigos, ahora si les falta la última varié, la comp., el televisor, etc., se aburren. Pero siempre está bueno recordar y hacerle llegar nuestras vivencias y que sin esos juguetes sofisticados también los niños se pueden divertir y pasarla bien con sus amigos.

2 comentarios:

Rivera Fotografía MANTA 0991067531 dijo...

!!! Que relato tan bonito Laurita !!! Se bien de lo que hablas, pues yo también era de los niños de esas épocas de oro... Aveces recordamos eso con mis amigos... aquí jugabamos al "50 el palo" - "las escondidas" el "bale" - "las quemadas" el florin, y mas y mas, - Tambien en la mitad de la calle de tierra los niños mayores constryían ramadas de hojas o cartones a modos de "casas" y traían comida de sus casas para servirlas en los platitos de juguetes de las niñas. "todos como tu indicas eramos iguales y sin ningún miramiento especial... Un abrazo fuerte...cuidate LAURI

ONÍRICA ZEN dijo...

Gracias Carlitos!!!, que buena época, quién nos quita lo bailado ¿no?. Creo que voy a seguir escribiendo sobre esto por que el fin de los blogs, es comunicarse con personas que aunque viven lejos
estamos compartiendo cosas bellas de nuestras vidas. Un abrazo Laura