sábado, 31 de octubre de 2009

Encuentro de artístas en Victorica-La Pampa-Argentina


El día 31 de octubre, nos reunimos un grupo de artistas plásticos, ceramistas y fotógrafos interrumpimos la paz de la primera ciudad fundada en La Pampa, Victorica.
Esta Ciudad de 7.000 habitantes aproximadamente, es muy conocida por la fiesta Provincial de la ganadería, la cual se desarrolla en el mes de enero.
Yo había estado hace muchos años, por lo tanto tenia mucha curiosidad de ver como era en la actualidad. Me encontré con una ciudad, limpia, ordenada, y ALEGRE!!. Las casas cuidadas y pintadas con vistosos colores, niños jugando con sus bicicletas, jóvenes disfrutando de la plaza, gente participando de las actividades culturales organizadas por la municipalidad. Gente atenta servicial,BUENA GENTE.
Todo el encuentro se desarrolló tranquilamente, fue muy divertido, bien organizado. Todo el mundo aportó con su trabajo, otros aportaron mates ricos, y tortas caseras, y también muchos interesados en conocer nuestras pinturas, etc, etc.
Estas son algunas fotos que yo tomé, pero hay unas cuantas más.
MANGRULLO (LOS PISADEROS)

MARAVILLOSO.
GLORIA CORRAL, una artista de verdad. Buena gente.

Hasta la directora de Turismo se prendió.
Ceramista trabajando.

YO PINTANDO EN LA PLAZA

NIÑOS FELICES.

LAS SUSANAS...gente muy trabajadora.....
Florería.
GRACIAS VICTORICA!!!!!!

jueves, 29 de octubre de 2009

Edgar Morisoli- Ofelia del oeste- Autor Pampeano

"Ofelia del Oeste" está inspirado en un encuentro real del poeta a orillas del semiseco río Chadileuvú, con una muchacha con las facultades mentales alteradas ("inocentes" las llaman allí) y que portaba un ramo de flores, en la que vio un reflejo inverso en el tiempo y el espacio de la Ofelia de Hamlet.



OFELIA DEL OESTE
A Julio y Quina
1.

Sola por los bañados,
sombra del agua,
ay, qué duros tus ojos
de águila

En el sopor siestero
ebrio de resolana,
retortuñal adentro
te vi pasar. Cantabas.

¿Qué flores recogías,
triste Ofelia paisana:
la flor del tamarisco
niña en su luz morada,
la flor del rompearado
o un capullo de lágrimas?

Sola por los bañados,
burla del agua,
ay, qué miedo en tus ojos
de torcaza.

2.

Allá va la inocente;
quién la mirara
cuando sus manos buscan
pétalos. En las ramas,
las espinas se aparten
por no espinarla.

Sola por los bañados,
sueño del agua,
tu canción era el río:
reverberaba.

Ofelia del Oeste,
prima de as chicharras,
al aire saladino
tu voz se deshojaba:
un silbo, un tarareo,
una marchita gracia.


Sola por los bañados,
nunca del agua,
con una flor y un canto.
Desesperada.


Morisoli es sin duda alguna el poeta de la Pampa argentina. Norteño de nacimiento y por más de medio siglo afincado en Santa Rosa, el respetado escritor nos entrega sus dos recientes producciones. Última rosa, última trinchera y Un largo sortilegio. Una docena de obras comprenden la singular épica de este autor, iniciada en 1957 con Salmo Bagual.

Edgar Morisoli es, junto a Olga Orozco, uno de los pilares fundamentales de la lírica pampeana y una figura ineludible al referirse a tal provincia argentina (y en especial a Santa Rosa y la vecina Toay). Escondidos en aquel laberinto sin fronteras los nombres de los poetas locales pasan, a veces, injustamente olvidados para la gran poesía nacional (Sergio Di Matteo y Dora Battiston a vía de ejemplo). Pero quizás el nombre de este Morisoli ocupe muy prontamente el sitial que se merece y el justo reconocimiento al que naturalmente acceden los mayores.

lunes, 26 de octubre de 2009

Un ritual Argentino- a pedido del público mas sobre asado




En la noche de los tiempos, el hombre descubrió el fuego. ¿No habrá sido un argentino? Seguramente sí, porque no hay en el mundo quien maneje el fuego como el que vive en este país. En el campo, en una azotea, en un club, en un quincho, cada asador sabe administrar la equilibrada relación entre él, el fuego y la carne. Y se pone solemne al empezar el encendido de los leños o el carbón. El del campo asume aire de filósofo, el de ciudad es medido, paciente, relajado: una terapia al trajín de toda la semana. Pero, cuando ambos logran la brasa perfecta, lista para recibir la carne, ahí la transformación en pequeños tiranos: se responsabilizan por el éxito o el fracaso. Solamente en el momento del "listo a comer" afloran la sonrisa del ganador, la euforia para el brindis, la satisfacción por su obra maestra.

El Costillar al Asador

El argentino cocina la carne, sea al asador o a la parrilla, con el puro calor de las brasas, sin humo ni emanaciones tóxicas. Es todo un maestro.

Cuando se trata de hacer el tradicional costillar al asador, al aire libre, empieza por encender el fuego con muchas ramitas secas, con hojas de diario arrugadas por debajo y mientras las llamas se avivan, coloca trozos de madera dura, como quebracho o algarrobo, formando una hoguera que arde despidiendo un gran calor. Y espera que se vaya convirtiendo en brasas que caen rojizas en la base del montón de leños ardiendo.

Cuando el humo cesa y toda la madera se transforma en viva brasa con pequeñas y azules llamitas, entierra ya la cruz asadora con el costillar perfectamente estaqueado mediante ganchos tipo carnicero, mirando las costillas el fogón y ligeramente inclinado, a una distancia de uno a dos metros para que sólo el calor inexorablemente empiece a cocinar la carne.

De dos a tres horas se necesitan por lo menos, para lograr un dorado con cocción casi total. En este punto se lo da vuelta y se lo acerca para quemar la grasita del lado externo del costillar hasta un dorado crocante.

Previendo la insuficiencia de brasa para terminar la cocción, se hace generalmente un fuego secundario, para alimentar así el principal. Pero no solamente este fuego secundario tiene tal fin: sirve para esparcir sus brasas debajo de una parrilla, tipo cama entramada, para asar chorizos y morcillas, chinchulines y tripa gorda, mollejas y riñoncitos, pimientos y cebollas blancas... Y mientras la brasa se consume, con una pala de cabo largo, se va reponiendo.

Todas estas exquisiteces, puestas en la parrilla, deben llegar a un punto de cocción optima, así que nuestro hombre, no solamente es un experto en el manejo del fuego, sino también, un atento administrador de los tiempos.

Esta emblemática foto la he sacado de un sitio que no recuerdo el nombre. Desde aquí pido permiso al autor para que pueda continuar mostrándola. Y ésta también:

La cocción perfecta del costillar que se ve arriba permite, al momento de distribuir 'los panes y la carne', de deslizar con un simple movimiento de torción todas las costillas, posibilitando un trozado parejo de la carne y su salomónica asignación al plato del comensal.

Este esforzado asador debe llegar siempre a la hora justa para comenzar el gran banquete, sirviendo chorizos, morcillas y otras especialidades primero, en tanto pone el máximo cuidado para que la carne no se le pase.

Entre un vino y un choripán, finalmente llega el momento de desarmar y colocar sobre un rústico mesón la dorada y seguramente sabrosa pieza. La corta en trozos con maestría y la envía, en fuentes, a los impacientes y voraces comensales.

Personalmente, me da más placer, acercarme al fogón y hacer cortar una buena presa, a lo largo, directamente del costillar todavía intacto: siempre va a estar mas crujiente, jugoso y a la vez a punto.

La carne se acompaña siempre con una abundante ensalada de lechuga, tomate y cebolla; de papas, remolacha, cebolla y huevo duro; de rabanitos e hinojos, etc. etc. .

El asado a la parrilla

El asado a la parrilla es el que se prepara en todas las casas de los argentinos. Reúne el grupo familiar y los amigos en todas las ocasiones; un cumpleaños, un feriado nacional, un sábado a la noche, un domingo al mediodía en una casa quinta. Todas las casas prevén la planificación de un lugar abierto o cerrado adonde instalar la parrilla . Estos verdaderos "hogares" se convierten en el centro principal de la casa, los únicos realmente habitados y disfrutados. El tiraje debe ser perfecto para evitar el desastroso efecto del retorno del humo: no es extraño asistir a asados donde los comensales esperan en la vereda la ahumada cocción de la carne...

Costillar a la parrillaEl fuego puede hacerse con madera tipo quebracho, pero se prefiere por razones ciudadanas, usar carbones de buena leña y cuando están bien encendidos, sin que despiden humo y cubiertos de una blanca ceniza, es hora de dar una limpieza final a la grilla mediante un papel blanco resistente o trapo de arpillera seco y limpio y untarla con pedazos de grasa recortada de la misma carne por asar.

Generalmente se asa la cantidad en kilos necesaria de un costillar cortado en tira anchas o finas, algún matambre abierto de ternera o varios si son de cerdo, un pedazo de vacío, chorizos y morcillas. Puede complementarse el asado con mollejas, riñoncitos, chinchulines y hasta con vegetales como cebollas blanca cortadas por la mitad condimentada con aceite de oliva y sal, morrones de todo tipo, que una vez asados, se condimentan con aceite de oliva, vinagre y sal. En pocas palabras, no hay nada que no se pueda poner a la parrilla por que como dice el sabio: todo bicho que camina va a parar al asador...

La regulación de las varias cocciones de los elementos que van a la parrilla para sacarlos justito en el momento que corresponde para comerlos, es una profunda experiencia que un buen asador debe adquirir con tiempo y durante toda la vida. El arte de asar es como todas las artes: están los genios y los chambones.

Las parrillas
Pasa desde las noches de los tiempos, desde el descubrimiento del fuego. Desde entonces el hombre se la ingenió para inventar un soporte y distanciar el alimento de las llamas. No todos conjugaron armoniosamente los dos recursos… He visto italianos quemar a vivas llamas de una enorme pira, los buenos chorizos de cerdo para una fiesta campestre en honor al santo patrono del lugar. He asistido a la quema de excelentes chernas sobre una improvisada rejilla de heladera con llamas humeantes de madera ocasional cualquiera. Más, asarse el mismo asador. Y todo un aire de pánico e incertidumbre invade el lugar, nunca a ciencia cierta se sabe lo que se va a comer y en que grado de carbonizado.
Muy distinto de la paz, la tranquilidad, la sabiduría y el logro certero, que reina en los asados criollos, y otros aires: de fiesta, de encuentros, de charlas, de vinos y salamines…

Sin querer pecar de fanatismo y con todos los sentidos de la imparcialidad, he llegado a la conclusión que quienes han armonizado con sabiduría, el fuego, o mejor, el calor que genera el fuego, y la cocción de la pieza a asar, es el argentino. Cualquier utensilio que emplea es puramente casual, un palo con estacas, una cruz de hierro con barras regulables y ganchos, simples enrejados, parrillas regulables, sofisticadas parrillas, y hasta camas de hierro en desuso para grandes eventos y para cientos de personas. Todos los arneses son aprovechados por una inmensa sabiduría del fuego para que el resultado sea siempre lo mismo: una cocción perfecta de la carne que será servida.

Toda casa argentina, que no sea un vil departamento confiscado por el administrador o el portero de turno, posee una parrilla: al fondo del terreno, al costado sobre la medianera, adentro en el garaje y a la vez quincho, o, con todo el orgullo del dueño de casa, como pieza arquitectónica de una sección bien definida, que es el quincho por antonomasia, el lugar donde se vive la mayor parte de la vida familiar, donde se comparten las visitas y los amigos, y por supuesto, los asados a lo grande.


El simple fogón
Hubo una vez un tiempo, en que la felicidad no era una cajita… Surgían los primeros puestos de chorizos por la costa marplatense y de otras costas argentinas. Improvisados y esperanzados muchachos, empleaban todo el ingenio para poner de pie sus puestos mediante unos pequeños ahorros, algo de crédito y mucho corazón. Los establecimientos no eran que digamos el símbolo de la prolijidad, ni del cumplimiento a tabla rasa de las ordenanzas municipales. Por eso el gusto era original, auténtico y nuevo. Los ‘choripaneros’ servían quemaditos chorizos en crujiente pan francés. Había que comerlos de parado y encorvados: pocos se salvaban de una gran mancha sobre la camisa a la altura de la pancita… o sobre los zapatitos nuevos; otros jugos se mezclaban en el enripiado piso con las colillas de los cigarrillos. “El Gringo”, “Fierrazo”, “El Fogonero”, eran los nombres de todas las noches, para comer una hamburguesa, un lomito o un choripán. En uno de estos templos a la grasita, había un fogón que no hacía el mínimo de humo, sin campana ni extractor, y lo voy a presentar.

Descripción:
En las primeras imágenes de la galería se muestran dos fogones con detalles constructivos adecuados para asar carnes y embutidos al aire libre. El tiraje hecho con un codo y caño cocido o de metal, con una prolongación (no figura en el dibujo) para extenderlo a manera de chimenea. Provee un direccionamiento del humo muy efectivo para que no salgan por las carnes. El largo del caño con que se suplementa hacia arriba la chimenea depende de la efectividad para eliminar en modo normal los humos. Generalmente un tramo de 2,50/3,00 metros cumple bien la tarea. Este fogón puede estar a nivel del suelo, pero es preferible construirlo sobre una plataforma de hormigón apoyada sobre dos paredes de mampostería y a una altura de unos 70 centímetros, justo para asar con comodidad. A los costados de la parrilla se puede levantar una hilera o dos de ladrillo o piedra, para proveer un cierto reparo por acción del viento a las carnes que se asan.


La simple parrilla
Ya tiene campana y rara vez pulmón, generalmente ubicada en espacios abiertos, con chimenea de poca altura. Económica en todo sentido, todavía el engrillado no tiene sistema de levantamiento para acercarlo más o menos a la braza. Es una parrillas que hace todo un endiablado humo al encenderla, por fin y solamente, cuando empiezan a quedar las brasas, se le puede uno acercar. Es el momento que el parrillero pone la carne, ¡menos mal! Recién cuando la parrilla se ubica en un espacio cerrado, se empieza a tener la necesidad del pulmón y del sistema levadizo. Pero siempre algunos humitos rebeldes vagarán por las cabriadas del quincho.

Descripción:
Esta parrilla siempre se emplaza en espacios abiertos con accesorios varios: pileta de lavar, armarios, pérgola, bancos o sillas y mesas o caballete y tablones. El humo, especialmente al comienzo de la combustión de la leña o carbón, sigue los caprichosos remolinos de aire que son propio de los patios encerrados. Es inconfundible para los vecinos esta puesta en marcha para hacer un asado.

Por el hecho de ser una parrilla simple y económica, generalmente el artefacto se compra hecho y listo para empotrar, con sistema de cadenilla para acercar o levantar el emparrillado. La chimenea es corta: sería un gasto enorme realizarla y hacerla salir a los cuatro vientos… Pero es así: después del fogón y antes de la soñada parrilla sin humo.

En la imagen correspondiente podemos notar los parámetros constructivos de la cámara o espacio donde se ubica y se fija la parrilla de hierro, el conducto de humo y el registro si es posible incorporarlo.

La cámara o sector de fuego se desarrolla desde una altura aproximada de 60 cm. con respecto al nivel de piso hasta 1,70 metro como máximo y con una profundidad de noventa 90 centímetros. Más allá del metro y setenta se continúa la mampostería unos 70 centímetros para formar parte de la campana que retendrá el humo sin que pase del otro lado. Desde esta distancia y encontrando el conducto del humo se formar el faldón inclinado que cerrará la campana. Para determinar la sección del conducto de humo se recomienda que su largo sea igual al largo de la parrilla y su ancho alrededor de un tercio de la profundidad de la misma.

El registro de humo, en general, falta en este tipo de parrillas simple, pero yo lo aconsejo, por regular el consumo de leña o carbón en su justo nivel de combustión. El registro no modifica la velocidad de ascenso de los humos, al menos que no está cerrado, porque depende de la diferencia de temperatura y presión atmosférica entre el plano del fuego y el borde externo de la chimenea. Una chapa de las dimensiones de la sección de cano de humo y atornillado a un eje con una extremidad adentrada a una pared lateral de la chimenea y la otra atravesando la pared opuesta con un brazo y traba para accionarlo. La unión entre la chapa y el eje metálico se hace asimétricamente de manera que el centro de gravedad del sistema esté desplazado para que el registro tienda siempre a cerrarse.

El sombreo de la chimenea puede hacerse con una chapa con cuatro patitas fijadas su borde, a una distancia de no menor de 15 centímetros del mismo, para evitar la introducción de agua de lluvia. Hay sistemas premoldeados de sombreros llamados “spiro” que optimizan el tiraje evitando y desviando siempre en lo alto, la entrada de remolinos de aire en condiciones de tiempo ventoso.

La parrilla en si misma, donde se disponen las carnes para asar, conviene que esté a una altura desde el piso de 80 a 90 centímetros, de acuerdo al asador principal de la casa. La profundidad del grillado se recomienda de unos 70 centímetros.

Siempre desplazando el centro de gravedad del lado de la boca de la parrilla, el plano de cocción debe inclinarse de 3º a 4 º o, con unos 5 centímetros de diferencia en el borde delantero con referencia a su plano horizontal. La separación de la pared posterior debe considerarse de 5 a 10 centímetros.

Estas dos últimas condiciones traen dos ventajas: la primera que la grasa que se derrite durante la cocción de las carnes pueda escurrir por las canaletas de los perfiles de la grilla y ser recogida en otra canaleta más anchas de chapa y conducida a un recipiente colgado en su extremo; la segunda que el plano de cocción inclinado y con un espacio libre detrás, avía los humos y lo canaliza por el conducto de la chimenea.

El plan de cocción o emparrillado se construye generalmente con perfiles a ángulo de 90º de 1 centímetro de ala y separados uno y medio. Otro emparrillado algo menos largo y construido de la misma forma se superpone al de abajo fijo de manera que la grasa nunca se cae al fuego, siempre viene recogida por las canaletas del emparrillado de abajo y el del arriba.

Una manera más simple es hacer el emparrillado con hierro sin tratamiento alguno de sección redonda de unos 5 milímetros. Sea con el sistema de perfiles a ángulo o de hierros redondos las parrillas a veces vienen enlosadas, acabado que proporciona facilidad para la limpieza, ¡pero el gusto de los asaditos no es igual…!

La dosificación de las brasas bajo el plan de cocción está en relación con la cantidad de carnes allí yacientes y a la altura que se da. Horas y horas dedicadas al arte de asar aconsejarán el justo equilibrio, en todo momento, del proceso de cocción del asado.


Comodidades y accesorios para el deleite de asar.
Es necesario e imprescindible, disponer de ciertas comodidades en apoyo de la parrilla: una mesa de trabajo donde preparar las carne, una pileta con agua corrientes fría y si es posible también caliente, armarios bajo mesada, o a parte, para los utensilios, la leña, el carbón, los platos, cubiertos, vasos, etc.
Una lámpara con brazo extensible para seguir con buena iluminación el desarrollo de la cocción de las carnes y su manejo. Se aplica más arriba de nuestros ojos y delante de ellos.

Una tabla de madera dura o semi dura de grandes dimensiones, por ejemplo de 60x90 por 3 centímetros de espesor, nos da la posibilidad de cortar todo tipo de carne, hasta grandes lechones, y servir trozos adecuados al comensal, a su hambre y al plato...

Sobra decir que el lugar no tiene que estar completamente cerrado, ni tampoco que haya una ventilación turbulenta que pueda causar un tratamiento muy especial al asado cubriéndolo de ceniza y carbonilla.



El Costillar al Asador

El argentino cocina la carne, sea al asador o a la parrilla, con el puro calor de las brasas, sin humo ni emanaciones tóxicas. Es todo un maestro.

Cuando se trata de hacer el tradicional costillar al asador, al aire libre, empieza por encender el fuego con muchas ramitas secas, con hojas de diario arrugadas por debajo y mientras las llamas se avivan, coloca trozos de madera dura, como quebracho o algarrobo, formando una hoguera que arde despidiendo un gran calor. Y espera que se vaya convirtiendo en brasas que caen rojizas en la base del montón de leños ardiendo.

Cuando el humo cesa y toda la madera se transforma en viva brasa con pequeñas y azules llamitas, entierra ya la cruz asadora con el costillar perfectamente estaqueado mediante ganchos tipo carnicero, mirando las costillas el fogón y ligeramente inclinado, a una distancia de uno a dos metros para que sólo el calor inexorablemente empiece a cocinar la carne.



De dos a tres horas se necesitan por lo menos, para lograr un dorado con cocción casi total. En este punto se lo da vuelta y se lo acerca para quemar la grasita del lado externo del costillar hasta un dorado crocante.

Previendo la insuficiencia de brasa para terminar la cocción, se hace generalmente un fuego secundario, para alimentar así el principal. Pero no solamente este fuego secundario tiene tal fin: sirve para esparcir sus brasas debajo de una parrilla, tipo cama entramada, para asar chorizos y morcillas, chinchulines y tripa gorda, mollejas y riñoncitos, pimientos y cebollas blancas... Y mientras la brasa se consume, con una pala de cabo largo, se va reponiendo.

Todas estas exquisiteces, puestas en la parrilla, deben llegar a un punto de cocción optima, así que nuestro hombre, no solamente es un experto en el manejo del fuego, sino también, un atento administrador de los tiempos.

jueves, 22 de octubre de 2009

USAR LA IMAGINACION




Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer.

En realidad el verdadero autor era una persona muy influyente del reino y por eso desde el primer momento se procuro un chivo expiatorio para encubrir al culpable. El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendria escasas o nulas chances de escapar al terrible veredicto ....la horca!!!!!

El Juez tambien complotado cuido no obstante de dar todo el aspecto de un juicio justo por ello dijo al acusado: "Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor vamos a dejar en manos de El tu destino vamos a escribir en dos papeles separados las palabras culpable e inocente Tu escogeras y sera la mano del Dios la que decida tu destino."

Por supuesto el mal funcionario habia preparado dos papeles con la misma leyenda CULPABLE y la pobre victima aun sin conocer los detalles se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No habia escapatoria.

El Juez conmino al hombre a tomar uno de los papeles doblados. Este respiro profundamente, quedo en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse abrio los ojos y con una extraña sonrisa tomo uno de los papeles y llevandolo a su boca lo engullo rapidamente.

Sorprendidos e indignados los presentes le reprocharon airadamente: "Pero que hizo??? Y ahora??? Como vamos a saber el veredicto?" "Es muy sencillo respondio el hombre. Es cuestion de leer el papel que queda y sabremos lo que decia el que me trague". Con rezongos y bronca mal disimulada debieron liberar al acusado y jamas volvieron a molestarlo.

Moraleja: SEA CREATIVO.
CUANDO TODO PAREZCA PERDIDO,
USE LA IMAGINACION.



miércoles, 21 de octubre de 2009

Comunidad Ranquel Toay La Pampa Argentina


Ceremonia Sagrada en La Pampa
La vuelta a su tierra de Mariano Rosas el cacique de los Ranqueles

Los restos del cacique muerto en 1877 quedaron en un mausoleo, en el paraje de donde habían sido profanados.

Sin funcionarios ni curiosos, rodeados sólo por chañares y pajonales, los descendientes del cacique Mariano Rosas y dirigen-tes de comunidades ranqueles y mapuches dieron ayer el último adiós a sus restos, que habían sido restituidos el viernes
por el Gobierno nacional.
a no están las tolderías ni los galopes temerarios que describió el coronel Lucio V. Mansilla en Una excursión a los indios ranqueles. La pampa sigue siendo —a pesar de los alambrados— aplastantemente ancha. Y ajena. Tanto, que los actuales indígenas tienen que reaprender de sus hermanos de la Patagonia cómo recuperar su identidad.

En la medianoche del sábado volvieron a Leuvucó, donde vivió Mariano Rosas hasta su muerte, en 1877, y donde ahora se levanta el pequeño mausoleo que guarda sus restos. Cobijados por el único resplandor de las fogatas para sobrellevar una noche de hielo, esperaron la salida del Sol para celebrar el Año Nuevo Indígena.

En realidad, los pueblos originarios de América lo hicieron el 21 de junio. Pero ante la invitación de los lonkos (caciques) ranqueles para asistir al entierro de quien fue su cacique general, sus pares de comunidades mapuches decidieron compartir la ceremonia.

Desde ayer, el paraje Leuvucó tiene una nueva historia, que condensa las cruzas raciales, religiosas y culturales que se produjeron a partir de la colonización española. A pocos metros del mausoleo donde descansa el cacique ranquel —nacido Panquethruz Güor y bautizado con el padrinazgo de Juan Manuel de Rosas—, los mapuches establecieron un rewe,un lugar sagrado. Pero el tótem levantado en el centro no fue labrado en madera de pehuén, la centenaria araucaria cordillerana, sino en un tronco de caldén.

Sólo brillaba el lucero del alba cuando, a las 7.45, sonó el cuerno de la trutruka (corneta) y unos 70 indígenas inciaron la rogativa. Envueltos en ponchos o frazadas, los hombres dejaron a un lado sombreros y gorros y formaron en hilera mirando al naciente. Detrás se ubicaron las mujeres.

Abstraídos de la helada que mojaba el arenal y convertía los pies en piedras, los lonkos principales hicieron ruegos en idioma mapuzungum a Nguenechén, "el Dios de la gente". Acompañados por el tambor mapuche, le ofrendaron yerba y saludaron los primeros rayos del Sol alzando los brazos y abriendo los puños.

El despertar bochinchero de los loros barranqueros no llegó a quebrar la solemnidad del ritual. Cuando fue el turno de las mujeres, el cielo iba tiñéndose de rosa y ya se distinguían los rostros labrados, alternando con algunas caras casi europeas, de no ser por el grueso cabello negro.

Entre ellos estaba la cantante de rock María Gabriela Epumer, sobrina tataranieta de Mariano Rosas. "Nuestro bisabuelo, que quedó viviendo en Buenos Aires, era hijo de Epumer, el hermano de Mariano, que lo sucedió a su muerte —contó más tarde—. Siempre quise estar en una rogativa, pero recién ahora tuve la oportunidad".

Un cacique mapuche agradeció "a los rankülches que permitieron llevar adelante la ceremonia. Cuiden esto —exhortó—: éste es el lugar donde se reunían nuestros antepasados para hacer algún parlamento. Nosotros volveremos a este lugar".

"Estamos viviendo un momento único en la historia de los pueblos indígenas de la Argentina, y queremos agradecer a los hermanos que nos están acompañando y enseñando —retribuyó el cacique Canoé—. Estamos en el inicio de la recuperación de nuestra identidad y nos hace falta mucha ayuda de ustedes, que han sabido conservarla todo el tiempo. Ahora querría que me acompañaran para dejar en su lugar a nuestro querido jefe, Panquithruz Güor".

Ana María Domínguez, una de sus sobrinas tataranietas, tomó la urna envuelta en la bandera rankülche y encabezó el círculo en torno del lugar sagrado. Tres notas rugosas de la trutruka rasgaron la niebla, y el cortejo fúnebre rodeó el montículo.



La cajita de madera fue destapada y los parientes se acercaron para despedirse. "Marianito, Marianito", susurró la anciana Felisa Rosa Pereyra, mientras acariciaba el cráneo que durante más de un siglo estuvo expuesto en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata. Llegó a persignarse, y algún dolor inescrutable la aflojó desmayada en brazos de sus familiares.

Quizá no haya sido ése el lugar exacto donde en 1879 el coronel Eduardo Racedo profanó la tumba y tomó la calavera. La tierra arenosa que ayer depositaron sobre la urna sus descendientes sigue siendo la misma. Pero ya no les pertenece.
Fuente: Diario Clarín 26-06-01
Por SIBILA CAMPS. Enviada especial a Leuvucó, La Pampa.

martes, 20 de octubre de 2009

Argentina en Venta !

Obra: Acrílico sobre lienzo Título: Las comadres (serie la deuda interna) Autor: Laura Eyheramonho.


decía Einstein:
'La vida se ha vuelto peligrosa, pero no tanto por los que hacen el daño, sino por aquellos que se sientan a ver qué pasa'

¡¡ Por favor difundir !!

¿QUIÉN LE PONE EL CASCABEL AL GATO?

ARGENTINA EN VENTA

QUIZAS TOMANDO CONCIENCIA COLECTIVA ALGO SE PUEDA HACER ¿O NO?

Argentina de remate. Apelamos a la conciencia colectiva y deseo común de todos como pueblo argentino. Apelamos a la unión de todos los ARGENTINOS, con la intención de detener el despojo y la expropiación de nuestro territorio nacional, a manos de capitales extranjeros, que arrasan y se adueñan indiscriminadamente de las mayores riquezas y reservas naturales argentinas... Lea lo que sigue con mucha atención, imprímalo y reenvíelo para que esta cadena no se corte.

Argentina en Venta:

MALARGÜE - Mendoza: 250.000 HECTÁREAS (equivalente a 12 veces la superficie de la Capital Federal ), compradas por empresarios de MALASIA, con gente adentro, además de miles vendidas y ofrecidas a capitales CHINOS y ESPAÑOLES.
Vendidas: 500.000 hectáreas .. En venta: 800.000
hectáreas.

DIQUE DE LAS CARRETAS - SAN LUIS: 40.000 hectáreas compradas por empresarios ITALIANOS. En venta: 850.000 hecs.

SAN JUAN: 2.000.000 de hectáreas en venta, más del 20% de la provincia incluyendo la frontera con Chile.

CATAMARCA: Se venden campos del tamaño de la isla GRAN MALVINAS a U$S 8.- la hectárea (el precio de un 'Big Mac' en EEUU)
Vendidas: 100.000 hectáreas a un grupo HOLANDES. En venta: 1.600.000 hectáreas ..

EL DORADO - MISIONES: 172.000 hectáreas de la selva Paranaense (única en el mundo), taladas por la empresa ALTO PARANÁ , propiedad del grupo ARAUCO de CHILE.

FORMOSA, CHACO Y CORRIENTES: 1.400.000 hectáreas en manos de capitales AUSTRALIANOS.

PTO. GRAL. SAN MARTIN - SANTA FÉ: tierras compradas por EEUU. Se han desplazado monumentos históricos nacionales.

ENTRE RIOS: Vendidas 100.000 hectáreas . En venta 150.000 hectáreas .

SGO. DEL ESTERO, TUCUMÁN Y LA RIOJA: Vendidas: 120.000 hectáreas . En venta: 1.300.000 hectáreas ..

SALTA: 2.400.000 hectáreas en venta, entre ellas se
encuentra la finca JASIMANA en el corazón de los
valles calchaquíes, equivalente a 65 veces la superficie de la Cap. Fed.
En total, en venta y vendidas 13.000.000 de hectáreas, equivalente a la superficie de Cuba.

PATAGONIA: Se vendieron tierras que incluyen lagos, ríos, fronteras, animales, aún en zonas de seguridad.

USHUAIA, TIERRA DEL FUEGO: 100000 hectáreas de bosque (el más austral del mundo), compradas por una corporación de EEUU que intenta talarlas. Cada planta tarda decenas de años en crecer debido a las condiciones climáticas.

LAGO ROSARIO - CHUBUT: 20.000 hectáreas compradas y cercadas por ALEMANES, que incluían la reserva de Naturales Mapuches más grande del país, que fue desplazada y despojada de las mejores pasturas para alimentar ganado..

SANTA CRUZ: las estancias ( 80.000 hectáreas ), Monte León, Don Aike, El Rincón, y Sol de Mayo (cordillera) , comprada por el terrateniente DOUGLAS TOMPKINS de EEUU, quién pretende apoderarse de las reservas de agua potable más puras del planeta, formadas por la cuenca de los hielos continentales Patagónicos, que desembocan en su mayoría en el río más caudaloso de Patagonia (Rio Santa Cruz). DOUGLAS TOMPKINS, reclama a través de su empresa (THE PATAGONIA LAND TRUST) que el gobierno de la provincia renuncie a estos lugares, quedando finalmente regidos bajo leyes de EEUU.

En la ARGENTINA hay vendidas y en venta 16.900.000 hectáreas a EXTRANJEROS.
Si a eso le sumamos el proyecto de privatizar bancos como el Nación, que hoy tienen en sus manos 14.500.000 hectáreas de chacareros endeudados, éstas pasarán a manos de la banca extranjera, suman un total de tierras vendidas e Hipotecadas de 31.400.000 hectáreas ..

Para compararlo en dimensiones, algo así como TODA LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES, en manos de capitales extranjeros.

Además, la familia Bush acaba de adquirir mas de
30.000 has. en la Provincia de CORDOBA, muy cerca de una fuente de agua dulce muy potable, la que está en los planes de los adquirentes exportar como agua Premiun a Europa...

Estas tierras luego serán las cabeceras de puente que utilizarán para su desembarco las tropas que en sus planes tienen ya, usar las aguas donde se encuentren, y los combustibles fósiles, y explotar las minas que
los pueblos rebeldes impiden hasta ahora, tal como lo hacen desembozadamente en otros lugares del planeta, y basados en mentiras, como las armas de destrucción masiva de Irak.
Pero en nuestro país hay quienes limpian las cabeceras de puente, las lustran y les crean las posibilidades a los extranjeros para apropiárselas, debiéramos comenzar un registro de estos cipayos traidores a la patria, a fin de que no pasen desapercibidos y podamos impedirles, aunque sea, alguno de estos sucios negociados.
Será la construcción popular y la resistencia lo que
permitirá la vida normal de las próximas generaciones, pero,
como decía Einstein:
'La vida se ha vuelto peligrosa, pero no tanto por los que hacen el daño, sino por aquellos que se sientan a ver qué pasa'
Manos a la obra, el futuro espera algo de nosotros, no hay tiempo que perder...

NOTA: En EEUU, la venta de tierras a extranjeros , está sumamente restringida, por ser considerada un insumo estratégico.





domingo, 18 de octubre de 2009

Ho Melancolía- Silvio Rodriguez

Glitter Para Hi5

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Hoy viene a mi
la damisela soledad
con pamela,
impertinentes y boton
de amapola en el oleaje
de sus vuelos.
Hoy la voluble
seorita es amistad
y acaricia finalmente
el corazón,
con su ms delgado
pétalo de hielo.

Por eso hoy,
gentilmente
te convido a pasear
por el patio,
hasta el florido pabellón
de aquel árbol
que plantaron los abuelos.
Hoy el ensueño es
como el musgo en el brocal,
dibujando los abismos
de un amor
melancólico, sutil,
púlido cielo.

Viene a mí, avanza,
-viene tan despacio-,
viene en una danza
leve del espacio.
Cedo, me hago lacio

y ya vuelo, ave.
Se mece la nave
lenta, como el tul
en la brisa suave,
nia del azul.

Oh melancolía,
novia silenciosa,
ntima pareja del ayer;
Oh melancolía,
amante dichosa,
siempre me arrebata
tu placer;
Oh melancolía,
seora del tiempo,
beso que retorna
como el mar;
Oh melancolía,
rosa del aliento,
dime quién me puede amar.

Hoy viene a mi
la damisela soledad

con pamela,
impertinentes y boton
de amapola en el oleaje
de sus vuelos

Hoy la voluble
seorita es amistad
y acaricia finalmente
el corazón
con su mi delgado
pétalo de hielo.

Por eso hoy...
Oh melancolía,
señora del tiempo,
beso que retorna
como el mar;
Oh melancolía,
rosa del aliento,
dime quién me puede amar.



Glitter Para Hi5

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sábado, 17 de octubre de 2009

Los Menonitas en La Pampa

A 160 kilómetros de Santa Rosa, casi cien familias viven desde 1985 en las diez mil hectáreas de la ex estancia Remecó. Vinieron desde México, Bolivia, Paraguay y Belice. Rechazan la violencia y el lujo. Tienen prohibido el alcohol, el tabaco, el teléfono, la luz eléctrica, la televisión y el automóvil. Ahora están obligados a aprender castellano, además del alemán que hablan entre ellos. Pero los menonitas de la colonia Nueva Esperanza no creen en la patria ni en el Estado. Por lo menos, no de este lado del paraíso.

Juan Loewen se baja del carro y entra en su casa. No enciende la luz, ni pide a sus hijos que atiendan el teléfono, ni se molesta en bajar el volumen del televisor, porque nada de eso hay en su casa. En la colonia menonita de La Pampa siguen las normas que hace más de 450 años impuso su líder Menno Simons. Cualquier diccionario dirá que Menno Simons nació en 1492 en Witmarsum (Holanda), que fue cura católico y que en 1536 rompió con la Iglesia para unirse a los anabaptistas, luego de que el sector más radicalizado de esta escisión tomara la ciudad alemana de Münster, estableciendo la poligamia y un gobierno propio. Ya con Simons como líder de ese grupo, se los comienza a conocer como “menonitas”. En la colonia Nueva Esperanza, 160 kilómetros al sudeste de Santa Rosa y a 35 del pueblo de Guatraché, rigen los principios impuestos hace siglos por él (el rechazo a la violencia, a la guerra, al confort; la división entre Estado e Iglesia y la nulidad del bautismo infantil) y otros posteriores pero igualmente férreos: además del teléfono, la luz eléctrica, la televisión y la radio, también está prohibido el automóvil.
–Ningún auto –remarca Juan Loewen, sentado en el comedor de su casa.
¿Por qué, entonces, ese almanaque con la foto de un coche?
–Pero ése es auto muy viejo –y se ríe con toda su fuerza. Juan tiene 41 años, una esposa, ocho hijos, trece hectáreas de campo, ocho vacas, tres caballos, un carro lechero y cuatro dientes menos, según delata su amplia sonrisa. Nació en el estado de Chihuahua (México), como la mayoría de las casi cien familias que en 1985 se radicaron en las diez mil hectáreas de la ex estancia Remecó. Viajaron en avión, y enviaron por barco los pocos muebles, carros y maquinarias que trajeron. Ese año también llegaron otros menonitas a La Pampa, desde Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), así como luego se sumarían otros, venidos de Paraguay y Belice. La casa de los Loewen es de adobe, con un amplio comedor, una cocina a leña, despensa, baño y dos dormitorios. Con sus ocho hijos y su esposa me enseña los dormitorios. En la habitación matrimonial hay una cama de caño blanco de dos plazas, un cochecito de bebé y otra cama donde duerme su única hija mujer. De una madera del techo cuelgan más de media docena de gorras que, junto al riguroso mameluco, conforman la vestimenta típica del hombre menonita.
–Casa hice hace un año, todo con familia. Ahora falta machimbre, pintura y también eso para revocar, no sé cómo llaman en castellano -dice, mientras me señala un tarro en la despensa donde se lee “cemento”. Es que los dos mil campesinos hablan en un dialecto alemán llamado Plattdeusch y leen y escriben en alemán. Son pocos los que se muestran dispuestos a hablar en castellano. Loewen señala dos fuentes de agua sobre la mesa para explicar por qué se vinieron de México: –Había que regar mucho la tierra y los pozos eran hondos y el riego salía caro.
La mujer de Loewen, Margarita, confecciona vestidos, mamelucos y camperas, se encarga de la huerta, elabora dulces, mermeladas y tortas, ayuda a ordeñar las vacas y es una de las encargadas de hacer el jabón.
¿Con qué lo hacen?
–Con aceite, agua, grasa de chancho y lavandina –contesta Loewen, en lugar de su mujer.

JOVEN MENONITA
A pesar de que no conoce nada de fútbol, Jacobo Brown, de 19 años, luce un llavero de Boca prendido al cierre de su campera marrón, regalo de un amigo del pueblo. Juan Martenz, de la misma edad, tiene otro con el dibujo de un hincha de River sentado sobre un inodoro pintado de azul y oro. Pero ni el uno ni el otro han oído hablar de un tal Diego Maradona. El domingo es la única jornada de descanso en la colonia. Y hoy es domingo: no es tan difícil ver a chicas con pulseras y a muchachos con relojes y llaveros. A la mañana van a una de las dos iglesias de la colonia. Luego pasean y visitan a amigos y familiares en los llamadosbuggies, que no son más que pequeños carros de cuatro ruedas, tirados por un caballo. A partir de las 19.30 hasta las 22, los novios se encuentran en casa de los padres de ellas. Dos horas y media por semana para tocarse tímidamente las manos y tal vez darse un beso: los novios menonitas deben llegar vírgenes al matrimonio. Jacobo Reimer ya lleva cinco años de casado con Agustina, luego de conocerla un domingo como hoy.
¿Cuánto tiempo anduvieron de novios?
–Poco, nueve meses.
¿Qué se hace en caso de que te guste una chica?
–Siempre andan los domingos en la calle. Pasea un poco con usted. Hablamos con ella y después hacemos un casamiento.
Antes de casarse, se reúnen un sábado en casa de la familia de la novia para festejar con los parientes. Durante toda la semana posterior visitan a familiares y amigos. Cuando por fin llega el domingo, se casan en la iglesia de la colonia, frente al obispo menonita, y a los pocos días legalizan el matrimonio en el Registro Civil de Guatraché. Deben elegir muy bien su pareja, ya que no se permite el divorcio.
La religión ocupa un lugar central en la vida de la colonia. A partir de los doce años los niños pueden ir a misa y, cuando cumplen diecisiete, al tener “conciencia de pecado”, pueden bautizarse. El obispo y los pastores presiden la ceremonia todos los domingos de 9 a 11.30. Para ingresar a la iglesia hay dos puertas: una para los hombres y otra para las mujeres. La mujer ocupa un segundo plano en las actividades sociales. Hablan muy poco el castellano, deben caminar unos pasos detrás de su marido o su padre y no tienen voz ni voto en las decisiones de la comunidad. Toda menonita sabe que su objetivo primordial es parir. En la colonia, parir significa tener no menos de seis hijos. Cuantos más, mejor. A menos que un médico lo recomiende, por considerar peligroso un nuevo embarazo, no se toman medidas anticonceptivas.
Son las tres de la tarde del domingo. Cuatro jóvenes corean canciones de un viejo casete que han puesto en el estéreo de mi auto. De un lado tienen grabados temas religiosos en alemán y del otro chamarritas. En el reducido espacio menean su cuerpo para nada acostumbrado al baile, y parecen felices. Son pocos los que se atreven a esconder casetes o radios en algún rincón de su casa. A uno de ellos (de nombre Isaac Martenz, según me confiesa un comerciante de Guatraché), su padre le descubrió un radiograbador, corriendo la suerte que todo artefacto de este tipo merece por estos lados: fue destrozado con un martillo. El comerciante agrega:
–No importa; dentro de unos meses compran otro entre todos los muchachos y escuchan música de nuevo.
¿Por qué los tractores tienen ruedas de hierro, en la colonia?
–Así los chicos no se escapan al pueblo.
Cinco chicas adolescentes pasean por las calles. Me dicen que siempre usan trenzas, que no se maquillan, que no las puedo fotografiar, o sí pero no ahora, que esos vestidos los hacen ellas, que las solteras usan en su cabeza pañuelos blancos, que las casadas llevan pañuelos negros, que de vez en cuando viajan al pueblo, que les encanta la música.
¿Por qué las mujeres deben caminar detrás del hombre?
–Son costumbres –me dice Catalina, y baja la vista, tal vez recordando que no está bien hablar con extraños. No hay un solo bar o lugar para jóvenes donde reunirse. Los obispos no ven con buenos ojos que se fume ni que se beba alcohol. Quizá por eso, los jóvenes menonitas no paran de escupir cáscaras de girasol. Pero de pronto veo que Juan le alcanza una lata de Bieckert a Pedro.
¿No está prohibido tomar cerveza?
–Vender prohibido, pero igual puedes conseguirla y tomar un poco, sin emborrachar –dice Juan antes de subirse al buggie y hacer trotar al caballo hacia el campo 9, donde vive su novia.

BUENOS VECINOS
El aislamiento que tratan de mantener los menonitas con el resto de la sociedad sólo se rompe con el contacto con los escasos turistas y comerciantes que se acercan a Nueva Esperanza. Lunes, miércoles y jueves, algunos menonitas viajan en colectivo hacia el pueblo, para vender sus productos y hacer compras. Pagan $ 6,50 (un taxi eleva la tarifa a 20 pesos, sólo de ida). En casi todas las chacras hay tambo. A la madrugada y al atardecer cada familia hace el ordeñe a mano. Hay tres queserías que en conjunto reciben veinte mil litros de leche por día, destinados a la elaboración de quesos y a lo que se conoce como “masa”. Isaac Penner es dueño de una quesería. En los minutos que dura el viaje en su buggie negro desde allí hasta su casa, me explica que el litro de leche vale 17 centavos, que la “masa” es retirada todos los lunes por un camión de Capital Federal, que las diez mil hectáreas ya les están quedando chicas y están pensando en comprar más tierras. Y agrega orgulloso:
–Cuando llegamos no había nada, levantamos todas las casas nosotros. Y productos que necesitamos los podemos hacer.
En la colonia se fabrican silos, buggies y muebles. En las fábricas se permite la luz eléctrica (que se obtiene por generadores); en las casas, sólo hay lámparas y faroles a querosén. Desperdigados por el campo hay tres almacenes donde se pueden comprar desde frutillas hasta ropa interior, desde papas fritas hasta nafta y chupetes para bebés.
Pedro Martenz, almacenero de poco más de 45 años, lleva como todos los hombres de la colonia varias lapiceras prendidas en la pechera de su mameluco. Es uno de los pocos que lee de vez en cuando los diarios.
–Alguien tiene que ver qué es lo que pasa en el mundo, qué es lo que dicen los periodistas de nosotros, porque muchas veces escriben cosas que nosotros no dijimos. Mienten.
Estamos sentados a la mesa, a la espera de que su mujer y una de sus hijas sirvan unas sabrosas verduras. Segundos después de agradecer en silencio a Dios por el almuerzo, Martenz agrega:
–No queremos problemas con gobierno, ni con gente de Guatraché.
Y es imposible no creerle a un menonita: a pesar de ser reiteradamente estafados con cheques robados o sin fondos, con maquinarias compradas que nunca aparecieron o dinero falso, no hay rencor en sus palabras cuando hablan con argentinos. Sólo desconfianza.

Por Sergio Romano

jueves, 15 de octubre de 2009

Estados de ánimo--Benedetti






  A veces me siento
como un águila en el aire.
-Pablo Milanés

Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas.

Unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano.

A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas.
Pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde
te acerques y te mires,
te mires al mirarme.


martes, 13 de octubre de 2009

El abrazo del Neuquén y el Limay (Leyenda)

Cuando el Paraíso parecía florecer sobre la tierra del pehuén, vivían dos jóvenes amigos, casi niños, llamados Neuquén y Limay.
Les gustaba compartir las horas de caza y soñar con los misterios presentidos más allá de las montañas y valles de la tierra que conocían.
Un día, mientras caminaban por el bosque de arrayanes, observaron a través de enredaderas, troncos y flores, a una jovencita mapuche. La niña murmuraba canciones, mientras peinaba largas trenzas renegridas.
Comenzó desde entonces un tratar de acercarse y conocerse entre los tres, hecho de cantos, de silencios en medio de atardeceres y montañas, de charlas por los senderos.
Y poco a poco los dos jóvenes amigos sintieron que una fuerza distinta, hasta entonces no conocida, invadía su amistad y comenzaba a separarlos, sin que ellos lo desearan.
Cada uno comenzó a aislarse del otro, a mirar en soledad los espejos y círculos de los lagos y las puestas de sol.
-¿Qué pasa entre Neuquén y Limay?- Era la pregunta obligada en la rueda de los mayores, acuclillados alrededor del fogón.
Fue la Machi, con su sabiduría de vida y años, la que aconsejó la prueba del destino como remedio al distanciamiento entre los amigos.
- Quiero una caracola que traiga el sonido del mar que no conozco- pidió Rahiué, que así se llamaba la jovencita mapuche de largas trenzas.
La Machi consideró que el destino había hablado y encomendó la tarea a los dos jóvenes. Ambos partieron una madrugada, aún húmeda de rocío, con rubor en la copa de los árboles y el augurio de las buenas nuevas de los pájaros mañaneros.
Quien primero trajese la caracola, recibiría el amor de la jovencita como recompensa.
Para ayudarlos en la búsqueda, Nguenechen, el padre de los hijos de la tierra, convirtió a los jóvenes en ríos. Uno, el Neuquén, correría torrentoso desde la altura que lo vio nacer, al norte. Otro, el Limay, buscaría desde el Sur, llegar hasta el mar por caracolas.
-¡Neuquén y Limay no volverán! ¡Neuquén y Limay ya te olvidaron! –clamaba el viento, enamorado y celoso, al oído de Rahiué.
La jovencita callaba y escuchaba. La mirada lejana. El cuerpo cobrizo cimbreante como junco, enflaqueciendo cada vez más. Hasta que un día, cuando las aguas no la reflejaban sino como una sombra de la hermosa muchachita que habían conocido Neuquén y Limay, Rahiué murmuró una ofrenda al Padre:
-Padre Nguenechen, yo te ofrezoco mi vida a cambio de que vivan mis amigos Neuquén y Limay. Padre, te la ofrezco, acéptala.
Los espejos circulares del lago deshacían la pequeña figura. Rayos de sol tibio acunaban su ruego. El cuerpo moreno de Rahiué fue sumiéndose en la madre tierra poco a poco, hasta que una nueva planta, de hojas muy frescas y con una flor roja distinta, fue tímidamente haciéndose un lugar en la constante verdura del bosque.
El Padre Nguenechen había escuchado.
En el viento, testigo de todo el cambio, pudieron más los celos que sentía por Neuquén y Limay, que su amor por Rahiué.
No lloró el regreso de Rahiué a la madre tierra. Arrasó el lugar con furia. Con rapidez resecó aún más el desierto y las bardas durante días y noches, para llevar la noticia a Neuquén y Limay. Quería ver el dolor que ella les causaría.
Los jóvenes –quienes hasta entonces habían buscado llegar al mar cada uno por su lado- no resistieron el vacío que les dejaba Raihué. Se abrazaron. Fundieron su dolor y sus cuerpos. Los dos ríos, hermanos en el amor y el dolor, confluyeron para formar el río Negro. Unidos, avanzan hacia el mar en la búsqueda eterna de la belleza y la amistad.

Río Limay

El río Limay nace en el extremo oriental del lago Nahuel Huapi y recorre en forma serpenteante unos 500 km en dirección noreste, sumando afluentes como el río Traful, el río Pichileufú y el río Collón Curá, hasta encontrarse con el río Neuquén, formando en su confluencia el río Negro.

El río sirve de límite natural entre las provincia de Río Negro y Neuquén. Sus aguas son claras, y posee un importante caudal (en promedio 224 m³/s). Su cuenca posee un área de unos 63,700 km² e incluye la mayoría de los ríos y arroyos de la cuenca del atlántico en la región, como también una extensa red de lagos interconectados (Nahuel Huapi, Correntoso, Moreno, Gutiérrez). El río posee una importante población de truchas, y es popular la práctica de la pesca, y el descenso en kayaks y balsas.

domingo, 11 de octubre de 2009

''LA TALA DE ARBOLES'''



Es importante la labor del hombre sobre la naturaleza ya que es el único ser capaz de modificarla en su provecho, pero cuando esta acción se vuelve exagerada, movida por mezquinos intereses económicos, sin tener en cuenta que todo en lo que nos rodea está en un perfecto equilibrio, éste se rompe, poniendo en riesgo, el presente, y sobre todo, el futuro del planeta. La madera de los árboles han sido usadas desde tiempos remotos para construir embarcaciones, casas, herramientas y como combustible, hasta que en este último caso, fue reemplazada por el carbón, pero siempre en la medida de las necesidades de cada grupo social. La deforestación en el mundo globalizado, supone el comercio masivo, además de la quema de grandes extensiones de bosques para usos agrícolas o ganaderos, que se extienden estas quemas, aún a otras zonas. Estos bosques no tienen chance de recuperación, y si la poseen, demandan miles de años.Con la destrucción de árboles, el clima se vuelve más seco y la atmósfera más contaminada porque el dióxido de carbono no es transformado en aire puro. Sirven además, para la contención de aguas, para proteger el suelo, desvían las lluvias y vientos, regulan la absorción de la tierra, y al ser cortados, provocan que las aguas pierdan su curso natural, y en muchos casos inunden las zonas aledañas.Cuando se queman o talan los árboles, el carbono que contienen y parte del carbono de los suelos, se oxida, y vuelve a la atmósfera.Destruir los bosques es apostar a la muerte, y si en esta sociedad consumista se piensa en ganancias, también se está perdiendo, pues son fuente importante de ingresos, ya que de ellos se obtienen resinas, alimentos, hongos, bambú, miel y sustancias farmacéuticas, campo este último aún no explotado íntegramente, y que podría esconder en esos bosques que el hombre destruye, la cura a muchas enfermedades que azotan a la humanidad.La Corte de la Nación prohibió el desmonte y tala de árboles en zonas de Salta ocupadas por comunidades indígenas de esa provincia. Prohiben el desmonte y tala de árboles en Salta" de varias comunidades locales, la mayoría de ellas wichi, Corte" ordenó "el cese de los desmontes y talas de bosques nativos en los departamentos de San Martín, Orán, Rivadavia y Santa Victoria".

El máximo tribunal decidió, además, convocar a una audiencia pública para el próximo 18 de febrero a las 10, para que las partes en litigio -los demandantes y los estados Nacional y de Salta- "expongan de manera oral sobre la situación denunciada".

La Corte requirió al gobierno de Salta que, en el plazo de 30 días, le informe los nombres y apellidos o razones sociales, con sus respectivos domicilios, de "todas las personas físicas y jurídicas que han solicitado y obtenido autorizaciones de desmonte y tala de bosques nativos en aquellos departamentos".

En una acción de amparo, las comunidades indígenas habían responsabilizado a la provincia por no haber cumplido con sus obligaciones al otorgar autorizaciones de desmonte que lesionarían los derechos y garantías de los habitantes de las zonas afectadas.

"Corresponde al Poder Judicial de la Nación buscar los caminos que permitan garantizar la eficacia de los derechos y evitar que estos sean vulnerados", sostuvo la resolución, por decisión unánime,de la Corte.
el máximo tribunal aclaró que los alcances de la medida cautelar se limitan a las autorizaciones extendidas desde el último trimestre de 2007, ya que a partir de entonces "se habría verificado un abrupto incremento en los pedidos" para los desmontes y talas de bosques.
En su demanda, las comunidades acusaron al gobierno local de "tolerar" prácticas "clandestinas" relacionadas con la tala de árboles en los departamentos sobre los que ahora se dispuso la medida cautelar que prohíbe el desmonte.
Los demandantes reclamaron que, al dictar sentencia definitiva, se condene a "recomponer y reestablecer el ambiente al estado anterior a la producción del daño" y, en el caso que no fuera posible, "se fije una indemnización sustitutiva" a favor de las comunidades aborígenes.
La resolución, en la que en contra del dictamen de la Procuración General" a Nación" la Corte se atribuyó competencia originaria, fue firmada por el presidente Ricardo Lorenzetti y los ministros Elena Highton, Carlos Fayt, Enrique Petracchi, Juan Carlos Maqueda, Raúl Zaffaroni y Carmen Argibay


">Brasil se endurece contra los taladores de bosques. Contra la tala de árboles indiscriminada al menos 60 personas, entre ellas varios policías y empleados públicos, fueron arrestadas en una operación contra una organización criminal acusada de tala ilegal de árboles en la Amazonía" , informaron fuentes oficiales. La llamada “Operación Termes” fue puesta en marcha por la Policía Federal" para desarticular una organización que ofrecía licencias ilegales para la extracción de madera en el estado amazónico de Mato Grosso, informó la institución en un comunicado.

Necesidad de detener el avance de la desertificación A raíz de distintos procesos y grados de erosión de los suelos, se estima que en nuestro país el proceso de desertificación avanza a razón de 560 mil hectáreas por año, lo que se traduce por la pronto en pérdidas económicas y sociales de enorme magnitud, especialmente en un país de características agrícola-ganaderas como lo es la Argentina." st="on">la Argentina.
Así, se calcula que en nuestro país más de 60 millones de hectáreas sufren procesos erosivos de moderados a graves. Entre las principales causas de este deterioro, los expertos señalan el cambio climático, la pérdida de la fertilidad del suelo a causa de los cultivos intensivos, la falta de rotación de cultivos que permitan descansar a la tierra y el empleo de cierta maquinaria agrícola, como el arado de reja.l En el caso de nuestra Provincia, la irrupción climática de los ciclos secos, más la degradación de la tierra derivada de la sobreexplotación de la que fue objeto durante el último ciclo húmedo, se conjugaron en la situación que se vive por estos días en numerosos distritos bonaerenses, castigados por sequías pocas veces registradas en la historia. Según se señaló anteriormente aquí, el último ciclo húmedo se inició en 1973 y se extendió hasta el 2000, dando paso a un nuevo ciclo seco que se ve en la actualidad agravado por la sobreexplotación a la que se habría sometido a las tierras productivas durante el último período húmedo.Existe además otro tipo de degradación de los suelos, derivada del creciente avance de la deforestación, al punto de que en los últimos 75 años disminuyó el 66 por ciento de la superficie forestal natural, por la sobreexplotación para la producción de madera, leña o carbón.Estimaciones realizadas demuestran que, en el país, de 106 millones de hectáreas antes cubiertas por bosques nativos que existían en 1914, quedan en la actualidad poco más de 30 millones de hectáreas forestadas. Sobre esta ecuación surge que, de continuar con ese ritmo, este valioso recurso desaparecería por completo en 2036.
Intimamente relacionado a ese fenómeno, se encuentra en peligro de extinción el 40 por ciento de las especies vegetales y animales de las regiones marginales. Los especialistas también destacan que las actividades mineras e industriales extractivas producen desertificación.Recientemente las Naciones Unidas declararon que la superficie fértil de la tierra, el manto vegetal y los cultivos sanos son los primeros heridos graves de la degradación de los suelos, lo que causa escasez de agua y alimento, grandes hambrunas, migraciones en masa y pérdidas económicas millonarias. Por que la degradación del suelo constituye, sin dudas, un gravísimo problema que las autoridades de nuestro país, tanto nacionales como provinciales y municipales, debieran reconocer y, desde luego, enfrentar. El sector público junto a diferentes actores de la sociedad civil deberían acordar y poner en ejecución planificaciones ambientales que resulten tan persistentes como eficaces. No faltan para ello especialistas de probada capacidad que pueden aportar conclusiones no se carece tampoco de planes de acción ya experimentados, que pese a sus limitados campos de aplicación han demostrado ser valiosos para detener una progresiva degradación del suelo, cuyo efecto se traduce no sólo en generar cuantiosas pérdidas económicas sino en proyectar hacia el futuro una amenaza cierta para la calidad de vida de las generaciones venideras.